Existen muchos motivos por los cual una mujer puede decidir hacerse unas cirugías estéticas. Aunque cada una es diferente y tendrá sus propios motivos personales, la realidad es que los motivos se suelen reducir siempre a unos pocos.
El hecho es que cada día más mujeres jóvenes deciden someterse a este tipo de cirugías con el fin de cambiar su cuerpo, sin a veces esperar a ver resultados a base de un entrenamiento físico.
Hay una realidad en todo el mundo y es la presión social que vive la mujer en cuanto a su apariencia física, lo que hace que cuando se ven mejor ellas mismas saben que van a tener la atención de más hombres y que por ende esto va a tener un significado mucho mayor en lo que se refiere a su autoestima y su interior, aunque realmente lo que les importe y el fin de hacerse una cirugías estéticas en la mayoría de los casos, es el verse mejor de forma exterior.
Por otro lado, hay personas que tienen realmente un miedo a perder su juventud y al paso de los años, lo que hace que se sometan a las cirugías buscando la eterna juventud y posibilitando de esa manera poder mantener su atractivo por mucho más tiempo.
El problema surge cuando el sometimiento a las cirugías estéticas, se vuelve una obsesión y se quieren transformaciones radicales, haciendo incluso que en algunos casos se pierda la esencia de la persona, solo y con el único fin de verse satisfecho cuando obtienen esa imagen reflejada en un espejo o por el contrario cuando llegan a tener una apariencia física similar a otra persona que admiran.
Un buen profesional de la cirugías estéticas, tiene que tener la capacidad de detectar este tipo de obsesiones y saber colocar un límite a sus pacientes, con el fin de que no se convierta en un problema y que la persona que se someta a la cirugía estética esté consciente de ello y segura de lo que hará.
Por ese motivo, en muchas ocasiones el profesional debe decir que no ya que no se trata de un cambio que realmente sea necesario para la paciente sino de un capricho o de un vicio generado por la búsqueda de la perfección.
El buscar la satisfacción personal no es nada malo, y cada mujer tendrá sus motivos para realizarse una cirugías estéticas, lo que importa es que se sepa que los verdaderos cambios son interiores y que los cambios exteriores pueden ayudarnos a ello pero no son la solución real.
