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La reducción mamaria como solución para las mujeres

Al hablar de cirugías de mamas seguramente la primera que se nos viene a la mente es la mamoplastia de aumento, que agranda el volumen de los pechos. Sin embargo, no todas las mujeres que pasan por el quirófano a realizarse esta intervención es para aumentar el tamaño de sus pechos. A veces el excesivo volumen impide que no puedan llevarse a cabo actividades de la vida cotidiana, como por ejemplo el hecho de realizar algún tipo de deporte o el limitarnos  a utilizar ciertas prendas.

Actualmente muchas pacientes llegan a sus médicos con serios dolores físicos como espalda y cuello y no encuentran explicaciones sobre a qué se debe. Además muchas presentan irritaciones en la piel debajo de la mama o también problemas respiratorios. Esto tiene directa relación con los pechos grandes o caídos y una solución a ello sería lo que se conoce como mamoplastia de reducción.

La mamoplastia de reducción puede realizarse por cuestiones estéticas llegada determinada edad, pero en la mayoría de los casos se opta por intervenir a la paciente debido a los problemas y dolores físicos que ello puede causarle. Hay que tener en cuenta, que el procedimiento no deja de ser una intervención quirúrgica que consta en extirpar la grasa, tejido mamario y piel, haciendo las mamas más pequeñas y firmes y por lo tanto cuenta como una intervención quirúrgica como cualquier otra.

La edad puede llegar a ser un factor determinante para este procedimiento, pero dependiendo de la opinión del profesional se evalúa si la paciente puede llevarla a cabo o no ya que normalmente se espera que la mama se haya terminado de desarrollar para poder intervenirla de esta forma. Claro que en el caso de causar problemas y dolores físicos la mamoplastia de reducción puede realizarse antes.

Lo que se trata de evitar es llevarlo a cabo en mujeres que todavía están en edad de ser madres, pues no es recomendado para aquellas que deban dar el pecho tras el embarazo. Lo mismo sucede con las personas expuestas a dietas rigurosas que están en un procedimiento de perder peso. Para ambos casos, lo que se recomienda es que se realice después del embarazo y cuando se haya concluido el período de cuidados alimenticios.

Lo importante para aquellas mujeres que estén considerando realizarse una es que lo primero que debe hacer es buscar la ayuda de un profesional que examine y considere lo mejor para cada caso.

05/08/2016 – Clinica Beltran y Obradors