El peeling químico es una forma de rejuvenecer la piel que actúa basicamente a través de dos mecanismos . Por un lado elimina una capa superficial de queratina y células envejecidas, dando como resultado un aspecto más luminoso y renovado a la piel. Por otro lado, a través de la estimulación de los queratinocitos -células presentes en las capas superficiales de la piel- que secretan diversas sustancias para comunicarse entre ellas y con las células que forman la matriz y anclaje de la piel -la dermis-, se estimula la producción de colágeno, mejorando entonces la firmeza de la piel y contrarrestando arrugas estáticas.
Debemos saber que hay diferentes tipos de peeling, siendo la diferencia fundamental entre ellos la profundidad a la que pueden penetrar, y en consecuencia el nivel de estimulación de la renovación celular y regeneración que van a producir.
Hay básicamente 3 niveles: superficial medio y profundo. El peeling superficial, como su nombre lo indica, sólo actúa en las capas superiores, devolviendo a la piel luminosidad y suavidad. Es el que menor tiempo de recuperación requiere, permitiendo maquillarse al día siguiente y continuar con la vida laboral y social. Pueden realizarse sin anestesia. Para que los resultados sean óptimos, ha de repetirse cada 2 a 4 semanas, preferentemente en los meses de menor exposición solar, hasta un total de aproximadamente 6 al año.
Tanto para la fase pre-peeling como para la post-peeling, su dermatólogo de Bioláser le dará instrucciones para aplicar el tratamiento adecuado. Antes del peeling, y dependiendo de cuál tipo vaya a realizarse, se preparará la piel con una fórmula especial adaptada al tipo de piel. En la fase posterior al peeling, ha de hidratarse la piel y fundamentalmente protegerla del sol adecuadamente, al menos durante un mes.
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