Cada vez que pensamos en una cirugía plástica, pensamos en el hecho de que un adulto decida hacerla para mejorar su imagen o cambiar una parte de su cuerpo. Sin embargo, existen algunos casos en donde la cirugía plástica debe ser aplicada en niños para cambiar por completo una situación.
Dentro de las cirugía plástica que se realizan con más frecuencia en los menores de edad se encuentran por ejemplo la Otoplastia, que se hace cuando el niño tiene orejas aladas o aquellas cirugía plástica que son para elimina lunares, cicatrices o inconvenientes que hayan surgido por un accidente.
La decisión de someter a un niño a una cirugía plástica se debe a una gran cantidad de factores en donde hay tanto factores físicos como psicológicos y por supuesto factores sociales.
Generalmente el tipo de cirugía plástica realizada tiene el objetivo de reconstruir en base a traumatismos, tumores o malformaciones congénitas. Mucha veces los niños viven grandes traumas sociales debido a esos inconvenientes lo que hacen que sean torturados por otros niños que se burlan de ellos y que por ende, afecta su psicología y su autoestima.
Dependiendo de su se trata de una cirugía plástica por una malformación congénita o por un trauma, se tomará la decisión a una edad u otra. Por ejemplo, cuando el inconveniente viene desde el nacimiento, a partir de los 4 o 5 años de edad se empieza a evaluar la posibilidad de someter al menor de edad a una cirugía infantil. Se trata justo del período previo al ingreso al colegio, con lo cual, es perfecto para evitar todo tipo de traumas a futuro.
La decisión debe ser tomada por un equipo médico y por los padres del niño, ya que su cuerpo aún está en proceso de desarrollo y se trata de buscar soluciones para que tenga una mejor calidad de vida general.
Otra cosa diferente, es cuando el menor de edad entra en la etapa de la adolescencia y desea cambiar una parte de su cuerpo por cuestiones estéticas. Aquí es cuando se ha hecho un “boom” en algunos países que las niñas al cumplir los 15 años pidan de regalo una cirugía plástica como por ejemplo de aumento de pechos. En estos casos vale siempre analizar la situación general de si se trata de un capricho estético o si realmente le está generando un trauma. Lo mejor siempre es esperar a los 18 años, cuando el cuerpo ya se ha desarrollado por completo.
